Yago se va, pero el pasado siempre vuelve

Yago Iglesias en su presentación como granate. Pontevedra CF (X)

Verano de 2022. Verano de 2025.

En el caprichoso mundo del fútbol, hay ciertos tópicos que sobreviven al paso del tiempo no por su originalidad, sino por su obstinada vigencia. En la Boa Vila, hay uno que se repite como una maldición: El pasado siempre vuelve. Hoy, con la marcha (casi) oficial de Yago Iglesias, resuena más fuerte que nunca... y no deja de resultar paradójico, al producirse semanas después de que la presidenta del club transmitiera su voluntad de "evitar errores del pasado".

El técnico ribeirense, sinónimo de proyecto —antónimo de Pontevedra CF— no solo ascendió. Transformó. Convenció. En un deporte donde lo más difícil es lograr la victoria, Yago Iglesias fue quien de superarse y de crear escuela. Lo hizo con una campaña de aclimatación e implementación del modelo, y otra de confirmación e interpretación. 

En una temporada para la historia, su Pontevedra, un equipo de autor de la cabeza a los pies, rozó la excelencia en el campeonato doméstico y probó la miel de la gloria en el torneo copero, eliminando al Levante, al Mallorca y al Villareal. Con un grupo de acólitos convencidos y enamorados de su idea, el Pontevedra lo logró jugando bien y bonito; ensalzando el sentido genuino del juego colectivo. En una ciudad abonada a la agonía, Yago ofreció espectáculo, ilusión y orgullo. Identidad. 

El Pontevedra es uno de esos equipos que no se pueden intentar liderar sin antes entender en toda su magnitud, como diría Simeone. Poco a poco, Pasarón entró en Yago, y Yago fue interiorizando la cultura granate. Así se germinó un líder, una figura de unión e ilusión. Como diría Arquímedes, el "punto de apoyo" para mover el mundo. Sin embargo, cuando todo parecía ir como la seda, una vez más, por desgracia, el club no pudo estar a la altura de su ambición. 

Los tiempos evidencian la falta de profesionalismo. Ángel Rodríguez también se fue tras un ascenso. Otro técnico que demostró valía, otro que chocó contra el mismo muro: la falta de estructura, de planificación, de proyecto real. Aunque sean dos casos distintos, el patrón se repite: cuando las decisiones se toman tarde (o directamente no se toman), el talento se escapa. Así ha sido, así sigue siendo. ¿Ego? ¿Incapacidad? Difícil hayar una respuesta clara, como complejo resulta clarificar o delimitar funciones dentro de la (supuesta) estructura deportiva.

La presidenta del club también llegó a declarar que no hablaría con el entrenador hasta que la temporada hubiese concluido. Como si el tiempo no contara. Como si el fútbol profesional no exigiera previsión, claridad y jerarquía. Como si el propio Yago no mereciese una mínima muestra de interés, no en el mismo momento de ascender, sino semanas antes. Cuando el Pontevedra se paseaba por las redacciones deportivas de todo el país. Algo parecido al caminante sediento que encuentra un oasis en medio del desierto y renuncia a beber. ¿Qué club serio actúa de esta forma? 

Yago no solo ganó. Construyó. Enseñó y dio identidad. Lo que duele no es solo su marcha, sino lo que significa: otra oportunidad perdida. Otra evidencia de que mientras otros clubes crecen, el Pontevedra CF sigue girando sobre sí mismo, atado a viejas inercias. Sumido en una travesía por el desierto que, salvo milagro, parece que seguirá sin llegar a buen puerto. 

Ahora llegará otro, que en principio debería ir en consonancia con la base dejada por el ribeirense (aunque el miedo a una desbandada esté latente). Y como Antonio Fernández en 2022, al nuevo técnico se le exijirá que gane, que compita, que lidie con la incertidumbre y con la falta de medios. Pero si no hay voluntad real de crecimiento, sin una hoja de ruta clara, la historia volverá al punto de partida. Porque en este club, por desgracia, lo único que parece garantizado es eso: que el pasado siempre vuelve.

Comentarios

  1. Muy de acuerdo con l mayoría de tus opiniones.
    Una vez si y otra también se repiten los errores por parte de la Presidenta, pero tu te preguntas si por ego o incapacidad y yo pienso que es por EGO INCAPACITANTE

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