¡Qué bueno que viniste, Yelko!

Yelko Pino celebra el gol de la victoria | Pontevedra CF (Twitter)

Una vez concluido el primer partido de la temporada, un empate a unos frente al Compostela de Rodri Veiga, saltaba la sorpresa en Pasarón cuando el CM del club anunciaba un nuevo fichaje: El talentoso y polémico Yelko Pino llegaba al Pontevedra como agente libre, en parte gracias a su íntima relación con el director deportivo Toni Otero. De sobra conocido a tenor de su etapa como canterano celeste, Otero decidía concederle la ficha libre tras varias etapas frustradas, con el Algeciras como último destino, y presentarlo con las siguientes palabras: "Yelko es mi apuesta personal. Es un chico que tiene mucho fútbol que dar y tiene que demostrar las cosas".

Medio año después, podemos afirmar con rotundidad que Yelko vuelve a sonreír y Pasarón está disfrutando con su fútbol. Vaya que si está disfrutando con el talento del gallego. Pese a las reticencias iniciales de un sector de la afición, cauteloso a razón de las habladurías de fondo acerca de su compromiso y constancia en anteriores equipos, podría decirse que Yelko ya tiene enamorada a la hinchada. Y es que a la clase que siempre atesoró en sus botas, le viene sumando ese punch que estaba en entredicho; esa capacidad de esfuerzo y un ratio elevadísimo de trabajo cada partido.

En el 1-4-4-2 en rombo de Ángel Rodríguez, donde Miguel Román se incrusta entre centrales para realizar una salida de tres con los laterales ganando mucha altura, el rol de Yelko resulta primordial en labores de organización. Toni ya avisó en su presentación de la evolución en el juego del vigués: "Ya no es un 10, es un 8. Se ha convertido en un jugador de esos de ida y vuelta. El míster se ha dado cuenta de que es un jugador que le puede aportar. Sobre todo porque somos un equipo que va a tener mucha posesión de balón, partidos atragantados como la segunda parte del otro día y en los que tienes que tener jugadores que te definan en la parte de arriba".

Así es: Yelko, pese a despuntar como un mediapunta puro en las categorías inferiores del Celta, donde los más optimistas llegaron incluso a tildarlo de un "nuevo Iago Aspas", viene desempeñándose a la perfección en esa posición de centrocampista, a veces más próximo a los tres cuartos de campo pero a menudo actuando en la base de la jugada, cerca de Miguel Román. El de Gondomar, otra de las sorpresas mayúsculas de la temporada, lleva a cabo un rol más defensivo, aportando equilibrio al equipo, realizando una salida limpia de pelota desde atrás (gran parte de las veces entre centrales) y robando un balón tras otro, gracias a su fantástica intuición y su capacidad para saltar en el momento justo al receptor, también cuando está de espaldas. Román es un perfil que permite al equipo asentarse en campo rival y presionar en bloque alto.

Yelko es el encargado de llevar la batuta y dirigir la orquesta sinfónica de Ángel Rodríguez. Marcando los tiempos del partido y el ritmo de juego del equipo granate, posee una capacidad asombrosa para construir y armar las jugadas, hilando las distintas líneas y aportando ese punto de creatividad. Yelko Pino es 'el arquitecto' granate, uno que conduce con la pelota pegadita al pie, siempre con la cabeza erguida, atento a los movimientos de todos los compañeros y con un gran trato de pelota, tierno, con mimo. Calidad, visión de juego, asociación... la apuesta personal de Toni Otero encaja como anillo al dedo en la propuesta ofensiva de Ángel Rodríguez: por él pasan todas las jugadas. 

El domingo, frente al Adarve, cuajó un partido sensacional en labores de organización y distribución, llevando la manija del juego y marcando el ritmo de ataque del Pontevedra. Acelerando las jugadas y haciendo circular rápido la pelota, aunque también aportando la calma que pedía el encuentro en determinados pasajes. Pero a toda esa clase de la que hace alarde le sumó un derroche físico y un trabajo defensivo brutales, ejemplificados en el robo en banda que terminó con golpe en la cara. La guinda la puso con ese golazo llegando desde atrás, haciendo buena la predicción de Otero el día de su fichaje, para desatar la locura en el estadio, culminar la remontada y celebrarlo, con rabia, junto a la marea granate. 

A sus veinticinco años, puede que la perla viguesa esté alcanzando su madurez, acompañada de la continuidad que faltó en anteriores equipos y la constancia y profesionalidad que está mostrando con la casaca granate. De momento, Pasarón baila cada fin de semana al ritmo de su música y el tanto de la victoria trascendió lo meramente futbolístico: sirvió para dedicarle la victoria a una leyenda granate que desgraciadamente ya no sigue entre nosotros. Va por ti, Cholo. El Hai que Roelo sigue más vivo que nunca. Y cuenta con un soldado más para la causa.

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